LAS TRES MUERTES DE MARICELA ESCOBEDO: LA VIDA DE LAS MUJERES NO VALE NADA
El próximo 16 de diciembre se cumplen 10 años del asesinato de Marisela Escobedo frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua mientras protestaba contra la impunidad y la inoperancia de las autoridades ante el feminicidio de su hija Rubí.
El documental Las tres muertes de Marisela Escobedo, estrenado en Netflix el 14 de octubre, describe la lucha de una madre decidida a impedir que su hija se convirtiera en una estadística más en un país feminicida y cómo su búsqueda de justicia la llevó a la muerte.
La primera muerte que sufre Marisela es la de su hija Rubí, quien en 2008 fue asesinada por su pareja Sergio Rafael Barraza Bocanegra, su cuerpo quemado y arrojado a un terreno denominado “las marraneras”, donde la gente suele tirar desperdicios animales.
El mismo Barraza confesó su crimen y pidió perdón a Marisela durante el juicio, sin embargo, fue absuelto por falta de pruebas. Esa es la segunda muerte a la que alude el título de la película.
“Me la volvieron a asesinar estos jueces, le volvieron a dar muerte con su veredicto”, escuchamos decir a la propia Marisela en una de las entrevistas recopiladas en el documental dirigido por Carlos Pérez Osorio.
La tercera muerte fue la de ella, en un lugar público lleno de cámaras de seguridad que sólo sirvieron para captar el momento de su asesinato, pero no para hacerle justicia.
Son los hijos de Marisela, sus representantes legales y algunos amigos quienes nos narran la historia, pero ella misma se hace presente gracias a entrevistas que dio en vida, ya que su incansable lucha logró ponerla en el foco mediático en muchas ocasiones.
Y si bien el documental nos lleva de indignación en indignación, el colmo es escucharla predecir su propia muerte.
Sé que decir todo esto puede sonar a spoiler, pero créanme que enterarse a detalle de las omisiones, la ineptitud y la irresponsabilidad que rodean al caso es aún peor y más impactante que leerlo, pues no es ficción, sino una historia real que por desgracia se sigue repitiendo.
Son muchos los méritos de Las tres muertes de Marisela Escobedo, el mayor, que a través de un caso específico exhiba de manera clara y respetuosa con las víctimas las carencias del sistema de justicia y, por ende, de un Estado (narcoestado) al que no le importan las mujeres.
La lección más dura que feminicidas, gobiernos y policías represoras como la de Cancún y una sociedad indolente nos dan es una: la vida de las mujeres no vale nada. Contra esa injusticia hay que luchar de todas las formas y por eso documentales como este son necesarios.
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Disponible en Netflix
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