Trazos
Jessica Ayala Barbosa
Un escalón más y esos días se convertirían en una pintura
abstracta, barrida, pero con aromas eternos. Primero se pensó poderosa; ahora concebiría
su futuro y su pasado como su propia creación; una obra a la que únicamente el
olor a café recién molido le devolvería su calidad de real. “¿Quién podrá saber
que esto en verdad sucedió?”, se dijo. Pero la interrogante se le volvió en
contra y se aterrorizó ante el rigor del olvido. Contempló desandar el camino pero
entendió que nunca es posible, el camino se traza desde que se piensa y para
volver siempre es demasiado tarde.



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