HATER: ¿HAY LÍMITES ENTRE EL MUNDO DIGITAL Y LA VIDA REAL?
El filme polaco Hater, disponible en Netflix desde el 31 de julio, causó buenas impresiones entre los usuarios de la plataforma y se colocó rápidamente como uno de los contenidos más vistos debido en gran parte a un desafortunado paralelismo con la realidad.
Tomek (Maciej Musiałowski) es un joven ambicioso, calculador y tramposo. Cuando en su universidad descubran que ha plagiado, de nada le servirán sus dotes persuasivas, quedará expulsado definitivamente de la Licenciatura en Derecho.
Además de coartar sus aspiraciones profesionales y, por ende, su avance en la escala social, esto representa para Tomek el riesgo de perder la beca que una familia rica le proporciona a pesar de su recelo y la nada fácil de disimular aversión que les provoca el chico y su origen.
Tomek está dispuesto a tolerar las burlas y el desprecio con tal de no perder el apoyo económico en tanto encuentra qué hacer, ni la oportunidad de acercarse a la insegura Gabi, la más joven de las hijas de sus patrocinadores, en quien está muy interesado.
Donde el don para los artificios y la manipulación de Tomek sí será útil es el mundo digital, específicamente en una agencia que vende al mejor postor el servicio de difamación. El negocio ya de por sí carece completamente de ética, y las tácticas rebasan cualquier límite legal.
La inescrupulosa ambición de Tomek encontrará impulso en los elogios de su jefa, Beata, con quien comparte características muy similares. Impresionada por sus habilidades Beata lo ascenderá rápidamente a ligas mayores: la política.
Dispuesto a tomarse las licencias que sean necesarias, Tomek asumirá la tarea de destruir la campaña electoral de Pawel Rudnicki, el carismático candidato liberal que encabeza las encuestas en su carrera por la alcaldía que Varsovia.
Tomek tiene a su disposición las habilidades y herramientas tecnológicas para acceder a información privilegiada que en el ambiente xenofóbico y el fascista que inunda las calles de la capital polaca facilitarán la polarización de la opinión pública.
Sin embargo, cumplir con sus objetivos laborales y económicos, ya no es el único aliciente para el potencial sociópata de Tomek.
El thriller dirigido por Jan Komasa inquieta no tanto por su trama, que podría describirse como sencilla y un tanto exagerada, o por sus bien logrados aspectos técnicos, sino por la similitud que tiene con la realidad.
Nos plantea reflexiones importantes en un entorno donde la actividad en redes sociales no está limitada al mundo digital, sino que tiene consecuencias palpables en la vida real, ejemplo de ello son las movilizaciones sociales por causas justas, pero también el incremento de posturas radicalizadas y llenas de odio que pueden derivar incluso en atentados.
Disponible en Netflix: Hater



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