¿ENOLA HOLMES ES FEMINISTA?

La buena recepción de Enola Holmes puede atribuirse a un atractivo reparto apuntalado por la estrella juvenil Millie Bobby Brown y un guion que combina la aventura detectivesca, el humor y el romance con pinceladas de feminismo sin más ambición que entretener.

Para acercarse a esta cinta es necesario abandonar las exigencias de que la historia se apegue al canon Holmesiano, pues la hermana menor del detective más famoso del mundo es un personaje creado fuera de él por la autora estadounidense Nancy Springer.

Apareció por primera vez en su novela El caso del marqués desaparecido, primera entrega de la serie Las aventuras de Enola Holmes que da pie a la película distribuida por Netflix. 

(BTW no es la primera vez que le inventan una hermana al detective, en la cuarta temporada de Sherlock, de 2017, también apareció una llamada Eurus). 

La historia que nos cuenta el filme tiene lugar en la Inglaterra de finales del siglo XIX. Enola (Millie Bobby Brown) ha sido criada de forma nada ortodoxa por su madre Eudoria Holmes (Helena Bonham Carter) en la hacienda familiar, tras la muerte del señor Holmes y la partida de los hijos mayores Mycroft (Sam Claflin) y Sherlock (Henry Cavill).

Es una época en que las mujeres carecen de derechos y se les considera infantes, incapaces de razonar o administrar su propia vida o sus riquezas, en caso de pertenecer a clases favorecidas, de modo que su vida está siempre bajo vigilancia de algún hombre de la familia.

Pero también es el tiempo en que tratados de la primera ola feminista, como La esclavitud de la mujer de John Stuart Mill y Vindicación de los derechos de la mujer de Mary Wollstonecraft, han hecho mella en la consciencia de algunas mujeres y van moldeando la segunda ola feminista, caracterizada por el movimiento sufragista. 

Como simpatizante de la causa, Eudoria Holmes ha educado a su hija intelectual y físicamente buscando alentarla a tomar las riendas de su propia vida y de forma independiente a cualquier hombre. 

Pero la idílica vida de Enola se ve trastocada en su cumpleaños número 16, día en que su madre desaparece repentinamente sin dejar rastro. Es entonces cuando Mycroft y Sherlock aparecen para resolver el misterio y hacerse cargo de su hermana menor. 

Para Mycroft lo único que hay que hacer con respecto a su hermana es convertirla en una mujer que encaje con las convenciones de la época para que pueda conseguir un marido, por lo que decide enviarla a un internado para señoritas. Pero Enola tiene otros planes. 

Las bases que su madre le ha dado y la admiración que siente por su brillante hermano Sherlock la motivan a escaparse del destino y tomar como primer caso a resolver la búsqueda del paradero de su madre. 

Pero a trompicones se encontrará con el lord Tewksbury (Louis Partridge), un joven idealista envuelto en un misterio que atraerá la atención de Enola y, a su vez constituirá, un paso más hacia su autonomía. 

El filme es disfrutable si se ve como mero entretenimiento, si nos ceñimos a su evaluación en términos de su coherencia con sus pretensiones simplistas. 

La historia está bien contada, producida y actuada. La ruptura de la cuarta pared, si bien al principio me llegó a parecer un tanto excesiva, finalmente me sirvió para empatizar con Millie Bobby Brown, actriz que nunca me había atraído. 

Pero si analizamos en términos ideológicos, la cinta flaquea, pues hay cierta ambigüedad con respecto a la causa feminista y otros movimientos sociales. Algunas escenas que denotan un sentido crítico, pero que se desaprovechan totalmente y quedan como conatos de corrección política. 

El coqueteo con el amor romántico y la manera en que Enola resuelve el caso y #cashishinquerer contribuye a un cambio, en contraste con las formas de su madre más ad hoc con un momento histórico decisivo para el voto femenino, me resultan planteamientos conservadores. 

Sobre todo si los analizamos a la luz de las manifestaciones feministas de las últimas fechas. La conclusión de Enola Homes parece concordar con ese argumento de “no son las formas” y si decidimos creer que no es un mensaje deliberado, una película que puede ser catalogada por algunos como feminista, queda como una manera más de la industria cinematográfica de aprovechar comercialmente la fuerza del movimiento.

Si Millie Bobby Brown, Helena Bonham Carter, Henry Cavill y Sam Claflin no son suficiente motivación para verla, mírala si te gusta todo lo relacionado con Sherlock Holmes sin ser purista. 

Pero sobre todo si eres capaz de superar que alguien haya osado contratar a otro actor para interpretar al famoso detective cuando todos sabemos que sólo hay una persona sobre la faz de la tierra capaz de hacerlo. 

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Disponible en Netflix

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